El 5 de septiembre de 2025, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó la norma primaria de calidad del aire para plomo, estableciendo límites máximos permisibles en concentraciones atmosféricas para proteger la salud humana y los ecosistemas.
Esta norma complementa las revisiones a otros decretos que regulan fuentes fijas emisoras de contaminantes, como fundiciones de cobre, y actualiza el reglamento de emisiones contaminantes. Además, se determinó que estaciones de monitoreo calificadas (EMRPG) deberán recopilar y reportar datos según protocolos uniformes para asegurar consistencia técnica y transparencia en los informes. La norma exige fiscalización por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente, y fija procedimientos para validación de mediciones atmosféricas correspondientes a plomo, en zonas urbanas e industriales. Se espera que esta regulación entre en vigencia tras su publicación formal en el Diario Oficial, estableciendo plazos para adaptación por las industrias y autoridades locales.
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